En plena pampa húmeda, a orillas del arroyo Areco y bordeada por una agradable costanera, se erige San Antonio de Areco, una de las poblaciones más antiguas y tradicionales de la provincia de Buenos Aires.

En este acogedor destino, podrá transitar sus angostas veredas, encontrar numerosos talleres y comercios regionales de platería, soguería y talabartería, en los que se realiza y se aprende el milenario arte del trabajo en cuero y el de los metales preciosos.

Todas estas culturales actividades las disfrutará para luego descansar en las tradicionales, pintorescas y elegantes estancias que brindan una variada y atractiva oferta en toda la zona, donde, además de probar los diversos sabores de la región, disfrutará de espectáculos que le permitirán conectarse con la vida del gaucho y sus tradiciones folclóricas.